¿Cuáles son los antecedentes del acordeón?

El acordeón se clasifica como un instrumento aerófono mecánico, que tiene sus antecedentes más lejanos en el Sheng. Otros instrumentos similares son la armónica y el bandoneón. El acordeón se desarrolló y se popularizó durante el siglo XIX

Es apenas en 1829 cuando Cyrill Demian patentó en Viena el instrumento, llamado así porque servía para dar los acordes en la música. Como su patente expiró a los cinco años, se hicieron innovaciones al acordeón en países como Austria, Suiza, Alemania, Italia y Francia.

Hasta la década de 1850 los acordeones eran hechos de manera artesanal en talleres familiares. Con el auge de la Segunda Revolución Industrial, a partir de la década de 1870 las fábricas de acordeón empezaron a utilizar el motor a vapor, por lo que los costos de fabricación del instrumento disminuyeron de manera acelerada, así como el número de obreros que se necesitaban para operar las máquinas. Adicionalmente, la producción se incrementó y se mantuvo la calidad de los instrumentos.


En las décadas de 1860 y 1870, Alemania producía anualmente más de medio millón de acordeones, por empresas que se enfocaron en el mercado externo (Simonett, 2012: 23-24). Este aumento de las exportaciones respondía a dos estrategias que empezaron a utilizar las empresas alemanas a partir de esa época como fueron la cooperación interna y la competitividad internacional (Valdaliso y López, 2000: 314).

En 1857 el alemán Mathias Hohner fundó una compañía de instrumentos musicales que bautizó con su apellido. En un principio el producto principal fue la armónica, aunque también se produjeron algunos acordeones de una hilera de botones o teclas. A partir de 1893, Hohner amplió su producción a la línea de acordeones y en 1903 inició la fabricación del acordeón diatónico (de dos o tres hileras de teclas), haciéndola popular no solo en Alemania, sino en otros países como Estados Unidos, Cuba, República Dominicana y Colombia. Para el mismo año, la compañía alemana Koch inició la producción de acordeones, pero la empresa fue incorporada a la Hohner en 1929. En los primeros años del siglo XX Alemania empezó a sacar ventaja sobre los otros países que producían acordeones, por la calidad del sonido y su bajo costo.

En la primera década del siglo XX Hohner tenía agencias de distribución o subsidiarias en Estados Unidos, Canadá, México y Brasil. En efecto, hacia 1906 Hohner fabricó cerca de 100.000 acordeones y para 1914 su producción se había incrementado a 150.000. Así mismo, para finales de la década de 1920 cerca del 50% de la producción alemana de acordeones se destinó para la exportación, principalmente para Estados Unidos y América Latina (Simonett, 2012: 32). A partir de 1924 se produce en Europa una masificación en la fabricación de acordeones, principalmente en Italia (93 fábricas), Alemania (35), Checoslovaquia (32), Francia (24) y Suiza (22) (Monichón, 1985). En el caso italiano, para finales del siglo XIX se popularizaron acordeones de lujo construidos artesanalmente en el pequeño pueblo de Stradella, provincia de Pavía, Norte de Italia.

Las primeras referencias del acordeón en América datan de la década de 1840, época que coincide con el auge la inmigración europea a Estados Unidos. A finales de la misma década se tiene información del acordeón en Cuba y algunos años después en otras islas del Caribe (Bermúdez, 2012: 203). Desde mediados del siglo XIX empezó el auge del merengue dominicano, originalmente interpretado con guitarra y otros instrumentos de cuerdas: “No fue sino hasta la década de 1870 que el acordeón fue introducido en República Dominicana y se convirtió en el instrumento principal de los conjuntos de merengue de la región del Cibao”, que además incluía el güiro y la tambora (Pacini, 2012: 84-85 y 87). De acuerdo con esta información, el acordeón llegó a Colombia y República Dominicana en la misma década.

Los primeros registros del acordeón en Colombia se remontan a la década de 1860, cuando el médico francés Charles Saffray desembarcó en Santa Marta. Este viajero escuchó en pleno desembarque los sonidos de un acordeón, sin especificar mayor información (Saffray, 1872: 82). El texto de la referencia presenta dos problemas para el caso que nos ocupa: no especifica la fecha de su viaje a Colombia y no da mayor información sobre el acordeón en Santa Marta. La confusión está en que el libro de viajes de Saffray fue publicado en Francia en Le tour du monde en dos ocasiones: 1872 y 1873. 

Los editores sitúan el viaje en el año 1869, fecha que no comparten algunos historiadores colombianos. Posada (1984, s.n.) dice que Saffray “no fija… las fechas de su llegada, ni la de los episodios de su correría, ni de su regreso al viejo mundo, pero por la narración que hace de algunos acontecimientos se comprende que fue durante la revolución de 1860”. Por su parte, Melo (2001) argumenta que las descripciones del médico francés sobre “la guerra civil encabezada por Tomás Cipriano de Mosquera y sus relaciones con Julio Arboleda permiten estar seguro de que estuvo en Colombia en 1861 y 1862”. Posada y Melo ubican la estadía de Saffray entre 1860 y 1862, por lo que la referencia del acordeón en Santa Marta sería para los primeros años de esa década.

Las dos ediciones de la obra de Saffray generan un problema adicional. La referencia al acordeón que escuchó en Santa Marta aparece en la primera versión, pero no dice nada en la de 1873. Esta versión fue la traducida al español y publicada en Colombia en 1948, por lo que en esta edición no se encuentra la referencia al acordeón (Saffray, 1872 y 1948; Niño, 2017: 22). En lo que no hay duda es con referencia a las primeras importaciones de acordeón, que datan de 1869- 1870, así como el baile y festejo de la cumbiamba, que se traen las primeras referencias en la década de 1890.

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