El 11 de junio de 1992, el cantante Rafael José Orozco Maestre (nacido el 24 de marzo de 1954 en Becerril, Cesar) fue asesinado con 9 disparos a las puertas de su casa en Barranquilla, cuando celebraba una reunión familiar por el fin del semestre escolar de sus hijas
¿Qué sucedió esa noche?
Alrededor de las 9:40 p. m., dos músicos allegados a otra agrupación se presentaron en su casa, solicitando prestados instrumentos y dinero. Mientras conversaban, apareció un sicario a unos pocos metros y disparó en repetidas ocasiones, rematándolo en el piso
Causas y móviles del crimen
La investigación concluyó que se trató de un crimen pasional vinculado a un triángulo amoroso. El autor intelectual fue identificado como el narcotraficante José Reynaldo “Nano” Fiallo Jácome, supuesto exnovio de una mujer con quien Orozco habría tenido una relación. El sicario fue Sergio González Torres, alias “Tato”
En 1998, la Fiscalía de Barranquilla logró pruebas suficientes que apuntaban al móvil pasional
Armas, balística y técnica criminal
El informe balístico señaló que se usaron aproximadamente diez disparos a corta distancia: ocho dieron en partes vitales (cabeza, rostro, espalda), uno no impactó y otro sirvió para ultimar al artista
Repercusiones y legado inmediato
La comunidad musical y nacional quedó consternada. Su velorio tuvo una masiva asistencia, y fue sepultado en el cementerio Jardines del Recuerdo de Barranquilla, entre homenaje y llanto colectivo
¿Qué deja este hecho en la cultura vallenata?
Vacío artístico: A sus 38 años, Orozco era cofundador y voz principal del Binomio de Oro, pionero en la difusión del vallenato romántico
Investigación y justicia: Un crimen pasional atribuido a un problema sentimental. Aunque los autores materiales fueron identificados, queda sombra de impunidad e interrogantes sobre la relación entre narcotráfico, romance y violencia
Presencia eterna: Cada año, miles de seguidores visitan su tumba y recuerdan éxitos como “La creciente”, “Solo para ti” y “No sé pedir perdón”, manteniendo vivo el ídolo